Cuando la contaminación se encuentra infiltrada en hormigón o sustratos similares la principal dificultad radica en que, al penetrar el gasóleo o aceites, estos saturan y cierran por completo el poro impidiendo el paso del inóculo en una solución salina acuosa.
Con el objetivo de mantener una capa de bacterias activas y húmedas sobre la mancha que nos permita vehicular las bacterias, se utilizó una mezcla de polímeros altamente hidrófilos ya que retienen el inoculo durante días y mantienen así su actividad bacteriana constante.
Para evitar la deshidratación por evaporación e insolación, se cubrió el polímero granulado con un film de polietileno.
Este film se clava al encofrado que retiene el polímero saturado del inoculo de forma que al producirse evaporación se vuelve a condensar manteniendo la humedad.